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viernes, 26 de agosto de 2016

Mensaje de P'taah



Mensaje de P’taah 

P’taah: ¡Saludos queridos! Seguimos con nuestro pequeño resumen del mes pasado.

Cuando se hacen nacer en esta realidad, nacen sabiendo la gran verdad. Luego, siendo bebés experimentan por primera vez la invalidación. Una y otra vez la negación del amor.

Cuando lo ven desde una perspectiva de adulto, estas invalidaciones en su mayoría no fueron graves realmente. Pero para el bebé que sólo conocía amor, fue totalmente devastador. Por esta emoción llegaron a creer que no eran dignos de amor o de amar. Se sintieron abandonados.

Y al ir creciendo un poco más comenzaron a observar su realidad exterior, y vieron la falta de amor en su realidad exterior, llegaron a creer que eran completamente impotentes y que ciertamente su mundo
no era un lugar seguro en el que estar. Y al creerlo entonces así es. Crecieron físicamente, crecieron intelectualmente, pero allí adentro en su pecho hay un pequeño bebé, que no sabe su mayor verdad.

El nombre de este bebé es Miedo. ¿Y qué han hecho con el miedo toda su vida? Lo han intentado superar, dominar, negar, alejarlo fuera de ustedes, o deshacerse de él en cualquier forma que han podido. Y sólo es un pequeño bebé al que han encerrado en el armario oscuro.

Aquello que llaman iluminación es el resultado natural de amar cada una de los aspectos que son. ¿Cómo pueden amar aquello que no les pertenece, que han abandonado, traicionado, negado, y han mantenido encerrado en un armario oscuro? La iluminación es el resultado natural de amar plenamente cada uno de los aspectos que son. ¿Puede ser más simple que eso? 

No hay nada que hacer. Durante la vida diaria cuando están en alegría, riéndose –lo cual no es muy frecuente debido a que raramente no deja de haber algún juicio negativo- todos los canales de energía están abiertos. Los canales de energía, aquellos que llevan la energía electromagnética de sus emociones. 
E-moción, energía en movimiento. La energía no puede estar en movimiento cuando están completamente cerrados en ese lugar de miedo. ¿Se han dado cuenta de que cuando están temerosos, es muy difícil respirar? Cuando están temerosos todo su cuerpo se tensa. Cuando están en alegría respiran. Sus cuerpos están abiertos.

El cuerpo escucha todo lo que sucede en sus vidas. El cuerpo es su creación divina. Escucha cada pensamiento, cada sentimiento, y como el cuerpo es parte de su realidad exterior, les muestra quienes son ahora. Cuando están es ese lugar de miedo, su cuerpo está tenso y cerrado y se siente muy incómodo. Es el cuerpo diciéndoles: ¡Detente ahora! ¡Presta atención! ¡Hay algo que necesita ser resuelto ahora! 

Y en ese momento, incluso si no están familiarizados con el prestar atención a los sentimientos, su cuerpo les está diciendo que no se sienten bien. Cuando no se sienten bien están en un lugar de miedo. ¿Lo ven? 
Hay un bebé o una bebé tocando la puerta de su corazón pidiendo que le dejen entrar en la luz. ¿Qué es la luz? Es el amor. 

¿Y qué es el amor? Es otro nombre para el Dios/Diosa, El Todo lo que Es. Es el pilar de la existencia. Sin amor, sin la luz del amor, no hay existencia, no hay planeta tierra, ni universo, ni montañas, ni ríos, ni océanos, ni bosques, ni humanos. 

Cada átomo y molécula de su existencia, -cualquier existencia- le debe su existencia a la luz de la creación. Cada átomo, cada molécula, sus cuerpos, la silla en la que están sentados, sus edificios, sus vehículos, flores, árboles, criaturas y todo en las realidades ocultas, el alma que son que no es humana, todo, Todo le debe su existencia al amor, la luz de la creación.

La próxima vez que creen una situación y se sientan la garra del miedo en su barriga, deténganse. Ese es su momento de elección, su lugar de poder. Sólo pueden transformar lo que les pertenece, en el momento presente, mientras están en la emoción y abrazándolo plenamente. Deténganse. Si están con otras personas, vayan al baño y cierren la puerta y respiren. Respiren para que muestren la intención de transformación. ¡Respiren! Y vean en el ojo de la mente al bebe en ustedes con 4 años de edad.

Y ese bebe está de pie frente a ustedes, con el corazón roto, aterrado, abandonado. ¿Qué harían? Lo estrecharían entre sus brazos y le dirían a este hermoso bebé: “Amado de mi corazón, te amo plenamente. Nunca otra vez te abandonaré. Ya no tengas miedo. Nunca te dejaré. Estamos juntos para siempre tu y yo en este mundo seguro y maravilloso y juntos volvemos a casa. Juntos volvemos a casa.” (Pausa.)

Y saben queridos, al acoger con amor y compasión a este aspecto bebe en ustedes, están siendo los Dioses y Diosas alquimistas. Están cambiando la frecuencia, de miedo a amor. Estrechan a ese pequeño hasta que sientan como la calidez se extiende. Su cuerpo les dirá cuando han alcanzado el amor y la compasión. Cambian la frecuencia y ahí están, centrados en su poder en el ahora, ¡listos para tomar su próxima increíble elección creativa!

¿Puede ser más simple que esto? No lo creo. No se trata de hacer nada sino de ser todo lo que puedan ser en cualquier “ahora”. Entonces no habrá ningún pensamiento de escape.

Jani King /P'taah 


www.Ptaah.es 

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